Hay sentimientos y sensaciones donde pasado y presente confluyen. Se entremezclan de tal manera que la dimensión tiempo desaparece. Son tirones del alma muy fuertes que se quedan allí, adormecidos, y afloran inesperadamente ante situaciones idénticas, aunque como en este caso hayan pasado más de treinta años.
Y esta vez era mi niña y no yo quien cogía el autobús. Y esta vez era yo y no mi madre quien se quedaba en tierra. , pero os aseguro que volví a sentir lo mismo y con idéntica intensidad Como hace más de treinta años.
Por más tiempo q pase siempre es difícil.
ResponderEliminarPreciosa foto.!Cuanto cuesta aflojar la cuerda de los hijos..!!!
ResponderEliminarCon esa maleta cargada de ilusión y nerviosismo, y laochila llena de buenos consejos, que seguro Clarita recordará siempre...como tú ahora recuerdas a tu mami.
ResponderEliminarBesos salas,
Qué emoción debes de sentir.
ResponderEliminarY nos damos cuenta que nuestros hijos crecen y empiezan a trazar su camino. Y los papeles se cambian, pero los sentimientos son los mismos. A disfrutarlos Salas :)
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